Revista Colombiana de Neumología Vol. 37 N° 2| 2025
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TEMAS DE ÉTICA
DOI: https://doi.org/10.30789/rcneumologia.v37.n2.2025.1281
Breves reexiones sobre cuatro preguntas de la
reforma a la salud en la consulta popular: ¿será
prudente y responsable someter asuntos tan
trascendentales a respuestas impulsivas?
Brief reections on four questions of the Health Reform in
the popular referendum: will it be prudent and responsible to
submit such transcendental issues to impulsive responses?
Gonzalo David Prada, MD, MBA, MSc, PhD
1
Resumen
Aunque para el momento de esta publicación ya se habrá denido
si la consulta popular propuesta por el gobierno tendrá lugar, por
ahora, e incluso para lo que vendrá después, es vital conocer las
preguntas que se agregaron a las existentes en la reforma laboral,
sobre la reforma a la salud. El motivo de este escrito es, por una parte,
dar a conocer los textos de las preguntas, llamar la atención sobre lo
que se plantea dado que esta reforma tampoco ha sido aprobada y,
nalmente, deliberar y estimular la reexión sobre las mismas. La
responsabilidad ciudadana consiste en conocer estos contenidos y
asumir posturas críticas desde la perspectiva teleológica, o sea, frente
a las consecuencias que podrían tener las respuestas.
Palabras clave: salud; sistemas de salud; sistema nacional de
salud; política de salud; Colombia.
Abstract
Although by the time this text is published, a decision from the
government on whether to hold the proposed popular referendum
will likely already exist, for now, and even for what will come later, it
is vital to know the questions that were added to the reform, those
existing in the labor reform, and those in the health reform. The
purpose of this writing is, on the one hand, to make the texts of the
questions known, to draw attention to what they raise, given that
Médico Internista Neumólogo, Bioeticista.
Clínica La Colina.
Orcid:
1
https://orcid.org/0000-0002-4936-9891
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Gonzalo David Prada
this reform has not yet been approved, and, nally, to
deliberate and stimulate reection on them. Citizen
responsibility entails understanding these contents
and taking critical positions from a teleological
perspective, that is, considering the consequences
that the answers could have.
Keywords: health; health systems; national health
systems; health policy; Colombia
Introducción
Para empezar, el gobierno da solo dos opciones
de respuesta en la denición de aspectos tan serios
como: la organización del sistema de salud, asuntos
de talento humano, logística de aprovisionamiento o
fabricación de medicamentos, entre otros y, en cierta
forma, las preguntas inducen respuestas armativas.
A quién no le gustaría que Colombia fabrique
medicamentos o que se implementen programas de
salud preventiva o que paguen mejor a los trabajadores
de la salud; nadie respondería negativamente.
Es lo mismo que si a usted le preguntan si quiere
ser millonario, seguro que casi nadie dirá que no, pero
detrás de esa respuesta viene la inquietud que nos
surgiría a todos sobre la forma o los métodos para ese
objetivo, y es probable que muchos reconsiderasen
su respuesta inicial cuando se pregunten si la forma
de hacerse rico es legal o moral, en n, cualquiera
sea su consideración la nueva respuesta podría seguir
siendo la misma o puede cambiar. Por este motivo
es irresponsable preguntar al ciudadano de a pie
asuntos tan delicados y trascendentes como los temas
de salud que se preguntan, sobre todo, dejándolos a
merced de una sociedad que en muchos casos vota
en la ignorancia o en la conveniencia.
La democracia tiene unos límites que deben
llegar hasta donde el ciudadano elija quién lo
represente en sus ideales, porque precisamente es
el Estado compuesto por los elegidos quien debe
determinar qué cambios se hacen y cuáles no. Estos
temas merecen un análisis cuidadoso y no un voto
impulsivo o presionado políticamente. Los fracasos
de las propuestas del ejecutivo en el Congreso han
motivado acudir al constituyente primario para
consultar y, asimismo, en caso de cumplir con las
mayorías establecidas en la Constitución, hacerlas
vinculantes y así materializar los cambios en las leyes.
Pero hay que tener cuidado porque las respuestas a
las preguntas ya están contempladas en el marco legal
colombiano como veremos más adelante.
Las preguntas que se harán a la ciudadanía son las
siguientes:
¿Está de acuerdo con que el gobierno nacional
compre o produzca los medicamentos necesarios
para garantizar la entrega completa y oportuna a
los pacientes?
¿Está de acuerdo con que las EPS dejen de ser
intermediarias nancieras, se transformen en
gestoras de salud y la ADRES pague directamente
a hospitales y clínicas?
¿Está de acuerdo en que se garantice a los
colombianos un modelo de atención primaria en
salud, preventivo y resolutivo, con ampliación
de los servicios especializados necesarios, de
carácter público, privado y mixto?
¿Está de acuerdo con establecer un régimen
laboral especial que garantice a los empleados y
trabajadores de la salud la vinculación formal, los
derechos laborales y el salario justo?
El Doctor Luis Jorge Hernández Flórez, médico
epidemiólogo salubrista, abordó el tema en La Silla
Vacía armando que estas inquietudes abordan temas
legítimos y necesarios para la salud pública, pero
ninguna necesita pasar por una consulta popular para
implementarse, porque ya hay marcos normativos
y competencias claras del Ejecutivo y el Legislativo
para desarrollarlas. Este es el caso de la “Ley 1751 de
2015, conocida como la Ley Estatutaria de Salud en
Colombia, que establece la salud como un derecho
fundamental. Esta ley provee el marco normativo
fundamental que busca garantizar el derecho a la salud
en Colombia” (1), establece principios claros para el
sistema de salud del país y rearma el compromiso
del Estado con el bienestar de la población. Es
probable que, si este y otros gobiernos posteriores a
la promulgación de la Ley, la hubieran implementado
o al menos se hubiera hecho buena gestión en salud,
no habría necesidad de preguntar a la gente si le
gustaría tener un sistema de salud diferente.
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TEMAS DE ÉTICA|Breves reexiones sobre cuatro preguntas de la reforma a la salud en la consulta popular: ¿será prudente y res-
ponsable someter asuntos tan trascendentales a respuestas impulsivas?
La Ley reconoce la salud como un derecho humano
y condición esencial para el desarrollo individual
y colectivo, vincula al Estado para garantizarla; así
mismo, promueve la equidad en el acceso a servicios
sin importar la condición socioeconómica, propende
por facilitar la participación ciudadana en la creación
de políticas públicas para prevenir enfermedades y
fomentar el bienestar, da relevancia a los aspectos
éticos y garantía de calidad en la prestación de
servicios, protege los datos personales y, nalmente,
exige al Estado ejercer regulación, vigilancia y control
del sistema, como también su adecuada nanciación
y provisión de servicios de salud.
Por otra parte, con relación a los trabajadores de
la salud, la Ley 1751 de 2015 no se enfoca de manera
directa en la formalización del trabajo, pero sí
establece principios y disposiciones que pueden tener
implicaciones indirectas sobre la situación laboral de
los profesionales de la salud.
Hay algunos puntos que pueden relacionarse
con este tema. La Ley reconoce la importancia de
los trabajadores del sector, lo cual implica asegurar
que se cumplan condiciones laborales dignas y
respeto por los derechos, como también exige que
los trabajadores estén debidamente capacitados y
formalizados en sus funciones, para ofrecer atención
de calidad dentro de los marcos de eciencia,
ecacia, racionalidad tecnocientíca, oportunidad y
pertinencia. Para que un sistema de salud sea eciente
debe promover la creación de políticas para contar
con personal formalmente contratado, capacitado,
y en condiciones laborales adecuadas. La ley resalta
la necesidad de mejora de las condiciones laborales
para óptimos resultados y reconocimiento a su labor,
y hace parte de un marco normativo que incluye
otras leyes relacionadas con el trabajo y la seguridad
social que podrían abordar más especícamente
la formalización de los trabajadores de la salud. La
formalización del trabajo en el sector salud requiere
coordinación con otras normas laborales y del sector
sanitario, así como de un marco más amplio que
contemple las condiciones de trabajo, benecios
sociales y derechos laborales de los trabajadores.
En este contexto, la consulta popular sobre todo es
una herramienta para reforzar la legitimidad política
y no es imprescindible para avanzar en estos temas.
Así, el gobierno ve electores y votantes donde en
realidad hay ciudadanos y pacientes que necesitan un
buen servicio de salud. Esta es la viabilidad de cada
una de las preguntas y cómo pueden desarrollarse sin
la consulta popular.
Pregunta 1
¿Está de acuerdo con que el gobierno nacional
compre o produzca los medicamentos necesarios
para garantizar la entrega completa y oportuna a
los pacientes?
El Estado ya cuenta con las facultades para
producir medicamentos a través del Invima y
mediante alianzas con el sector privado, así como
para su adquisición, mediante instrumentos
como el Fondo Nacional de Medicamentos. La
centralización estatal de la producción y distribución
de medicamentos, conocida como estatización, ha
mostrado limitaciones o resultados poco efectivos
en la experiencia de otros países. En Colombia
con seguridad los resultados serían nefastos por
la complejidad geográca y demográca y pobre
infraestructura que limitarían la cobertura. Sería
necesario contar con operadores privados (1). Por
otra parte, da lugar a que las decisiones de compra,
selección de proveedores y logística estén basadas en
criterio políticos y económicos, sobre los aspectos
técnicos, sin contar con que crearía focos adicionales
de corrupción (2).
Respecto a la producción de medicamentos
habría necesidad de hacer inversiones enormes en
investigación y desarrollo si el plan es desarrollar
nuevas moléculas y, en caso de que sea fabricación
de compuestos ya existentes, el reto sería ampliar
la capacidad de producción, para lo cual hay que
empezar por crear más plantas farmacéuticas que
cumplan con las normas Good Manufacturing
Practices (GMP), invertir en tecnología, personal
capacitado y procesos de certicación. Esta clase
de modelos serían posibles como resultado del
desarrollo de una política pública con visión de largo
plazo de alianzas público-privadas; según Mariana
Mazzucato, esta simbiosis es la forma de alcanzar el
desarrollo de proyectos agresivos y de alto impacto.
Finalmente, la logística de distribución en manos del
Estado para lograr la cobertura a lugares remotos
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Gonzalo David Prada
requiere también de inversiones en procesos de
almacenamiento, mantenimiento de la cadena de
frío para muchas moléculas, manejo adecuado de
inventarios, vencimientos y, sobre todo, una red de
suministro eciente y universal en todo el territorio.
Me cuestiono si está pregunta es necesaria.
¿No sería mejor optimizar los procesos actuales?
Comenzar por identicar las debilidades y superarlas
para mantener la cadena de valor. Esta pregunta
despierta suspicacias en el individuo en la medida
en que considerará que no se cumple y, lo cierto es
que, si antes podía haberse planteado, los hechos
actuales de desabastecimiento son el resultado de la
desnanciación adrede del sistema de salud por parte
del Ministerio. Dejar en manos del ciudadano de a pie
decidir algo tan trascendental no solo es irresponsable
sino improcedente. Por tanto, esta pregunta carece
de sentido y no requiere una consulta popular. La
Ley Estatutaria de Salud, Ley 1751 de 2015, ya da
las bases legales para ello y como expliqué antes
este punto puede desarrollarse a través de políticas
públicas, decretos y convenios (3).
Pregunta 2
¿Está de acuerdo con que las EPS dejen de ser
intermediarias nancieras, se transformen en
gestoras de salud y la ADRES pague directamente
a hospitales y clínicas?
Las entidades promotoras de salud (EPS) a lo
largo de la existencia del sistema de salud, creado hace
treinta años, han tenido gran impacto en la cobertura
de salud en la población colombiana; tal vez muchos
lectores no vivieron las épocas previas a la Ley 100
de 1993 donde el aseguramiento era precario y no
alcanzaba al 30 a 40 % de la población. Fueron
épocas donde podíamos ver el curso natural de las
enfermedades como están descritas en los textos
clásicos. Hoy en día es mucho menos frecuente que
veamos en un paciente con todos los signos clínicos
de la estenosis mitral descritos en el texto The Heart
de Hurst, porque con seguridad mucho antes de
desarrollarlo ya ha sido visto, evaluado y tratado. No
obstante, siempre se ve el punto negro en el papel
blanco. Las EPS también tienen defectos; algunas
fueron nidos de corrupción, pero hay que dar lugar a
las que sí han hecho una gestión presentable.
La pregunta que me hago es si el problema radica
en el manejo de los recursos, si bien es cierto que
los recursos son públicos y se operan en forma
privada, el tema es de vigilancia y control de la
gestión. Transformar las EPS en gestoras de salud
implica un rediseño profundo de sus funciones, el
fortalecimiento de redes territoriales y una nueva
denición de los riesgos y responsabilidades que
asumen. Una de las principales preocupaciones es la
posible pérdida de la cercanía que actualmente tienen
las EPS con los usuarios y la capacidad de gestionar
el riesgo técnico de manera eciente. Cambios tan
radicales afectan el día a día de la prestación de
servicio en el plazo inmediato, porque requieren una
transición institucional compleja, ajustes regulatorios,
tecnológicos y contractuales.
Nuevamente ¿esto requiere consulta popular?
Probablemente al común de las personas y, me
reero a los enfermos, les interesa más que “su día a
día no se vea afectado y el acceso a servicios médicos,
enfermería, medicamentos y procedimientos sea fácil
y expedito. El problema que vivimos hoy es que en
medio de las tensiones que generan estas propuestas
de cambio los primeros afectados son los pacientes,
y si hay necesidad de modicar el modelo de
aseguramiento el debate deberá ser en el Congreso y
no en una consulta popular” (1); adicionalmente, no
pueden en ninguna circunstancia impactar el diario
vivir.
Pregunta 3
¿Está de acuerdo con que se garantice a los
colombianos un modelo de atención primaria
en salud, preventivo y resolutivo, con ampliación
de los servicios especializados necesarios de
carácter público, privado y mixto?
Esta pregunta sobra porque su respuesta es
obvia. ¿Quién no estaría de acuerdo con garantizar
un modelo así? Es tan simple como que ya existe la
respuesta en el marco legal colombiano a través de
normas como la Ley 1122 de 2007, la Ley 1438 de
2011, el Decreto 780 de 2016 y la Ley Estatutaria de
Salud. Los modelos de Atención Primaria en Salud
(APS) están ya denidos como políticas públicas y
respaldados por la Organización Mundial de la Salud.
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TEMAS DE ÉTICA|Breves reexiones sobre cuatro preguntas de la reforma a la salud en la consulta popular: ¿será prudente y res-
ponsable someter asuntos tan trascendentales a respuestas impulsivas?
Respecto a este tema el problema no radica en hacer
reformas al sistema, sino comenzar a implementarlas
y ponerlas en marcha. Esto exige más voluntad de
hacer que promover cambios.
Pregunta 4
¿Está de acuerdo con establecer un régimen
laboral especial que garantice a los empleados
y trabajadores de la salud la vinculación formal,
los derechos laborales y el salario justo?
La respuesta también es tan obvia que no
requiere preguntarse, así como las anteriores. Existe
el Estatuto del Trabajo en Salud que cuenta con
respaldo internacional a través de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). La Ley Estatutaria
1751 aborda el tema de una forma tangencial,
porque para la implementación se requiere una
reforma laboral sectorial mediante concertación
y leyes ordinarias. Cambiaría de manera radical la
contratación y eliminaría la intermediación laboral,
lo que dignicaría el trabajo médico y paramédico
dándole el lugar que merece en la sociedad (1,3).
Finalmente, me pregunto si es responsable someter
estas preguntas al electorado dada la trascendencia
que tienen; en segundo lugar, en muchos casos las
respuestas ya están contempladas en el marco legal
existente, entonces ¿es pertinente preguntar si se
quieren hacer estos cambios o mejor poner en
marcha lo que ya está legislado?
Volviendo a la inquietud inicial, ¿será
prudente someter a la consulta popular temas tan
trascendentales con respuestas de sí o no? Muy
seguramente todos queremos un mejor sistema, para
lo cual hay que identicar problemas y proponer
correctivos y ajustes, pero esta clase de situaciones
exigen la participación de expertos y de análisis que
van más allá de las respuestas impulsivas a preguntas
demagógicas con alta carga de sesgo político.
Si alguien nos pregunta ¿preferiría no morirse?
¿Le gustaría ser inmortal? Muy probablemente varios
en un primer momento contestarían que sí, ¡que
preere la vida! Quién no, ¿cierto? Pero su opinión
podría cambiar después de leer Las Intermitencias de
la Muerte de José Saramago.
Referencias
1. Hernández Flórez LJ. El gobierno ve votos donde
hay personas que necesitan un buen sistema de
salud. La Silla Vacía [Internet]. Mayo 24 de 2025
[citado el 3 de junio de 2025]. Disponible en:
http://www.lasillavacia.com/red-de-expertos/
red-social/gobierno-salud-consulta-popular-
pacientes-votos/
2. Prada GD. Medicamentos y consulta popular. El
Tiempo [Internet]. Mayo 25 de 2025 [citado el 3
de junio de 2025]. Disponible en: https://www.
eltiempo.com/opinion/cartas/medicamentos-y-
consulta-popular-3457234
3. Congreso de la República de Colombia. Ley
1751 de 2015. Por medio de la cual se regula
el derecho fundamental a la salud y se dictan
otras disposiciones. Diario Ocial No.49 564.
2015 [citado el 3 de junio de 2025]. Disponible
en: https://www.funcionpublica.gov.co/eva/
gestornormativo/norma.php?i=60733
Lecturas recomendadas
Saramago J. Las intermitencias de la muerte. Madrid: